lunes, 19 de marzo de 2012

3º Capitulo: “Visita al palacio.”

Son las 21:00, estuve todo el día pensado que fue lo que me paso hay en el despacho del director Dawson, “¿Qué fue esa visión, ese ángel, por qué lloraba? Uff, tantas preguntas y tan pocas respuestas”.

Hoy paseé por todo el campus, entre muchos cuchicheos y susurros, ¿Porqué a la gente le parece tan raro que este aquí?, Si aquí viene cada año, hijos de políticos muy influyentes, hijos de grandes estrellas de Hollywood, también hay gente de la realeza, no entiendo por qué se ponen así, deberían ya estar acostumbrados a esto.
Me tumbe en mi enorme cama, “Dios que casada estoy ya de todo esto, y solo es el primer día. Bueno hay que aguantar mi madre no puede hacerse cargo de mi, mi padre no puede hacerse cargo de mi, creo que fui un error en este mundo, creo que no debería a ver nacido, solo soy una carga más para mis padres”.
“Bueno que se le va a hacer, yo no soy imprescindible en este mundo, como me gustaría ser normal por una vez, tener mis amigos, poder estar con mis padres y…. bueno mejor me olvido de eso. Eso ya se acabó”.

Pii· Puse la música, así me relajo un poco “kimi no todoke” no se por qué pero esta canción es la que más me a ayudado a lo largo de mi vida.

La voz de esa cantante inspira tanto, y la letra aunque este en japonés yo se lo que significa, esa letra es tan hermosa, que a momentos me hace llorar, la canción dice que hay aviones de papel volando sobre el cielo, y su significado es tan profundo.

Sin darme cuenta mi vos fluye, canto esa canción, que estuvo hay tantos años para mi, ¿Por qué esa canción es tan especial para mi?, Desde que tengo conciencia llevo escuchando esta canción, mi madre me la cantaba, mi padre se la enseño a ella y desde entonces todas las noches me la cantaba, hora recuerdo por que es tan importante fueron los únicos momentos que pase de verdad con mi madre, fuera de la presa, de ojo público, de la realeza, de todo, fueron momentos de verdad y todo gracias a esa canción.

Poco a poco me fui sumergiendo en mis pensamientos, hasta quedarme totalmente dormida.
-ummmm…. no, no, no, dime por favor por que lloras, dímelo, ¿Qué? Qué te llamas……… Ah!- abrí los ojos de golpe, decimas mas tarde de esa pesadilla me encontraba mirando el gran techo de mi habitación, moví un poco la cabeza hacia los ventanales, aun es de noche, todo esta oscuro, la oscuridad es mi naturaleza, nadie lo sabe pero la oscuridad siempre fue mi aliado en todo momento gracias a ella me siento segura, están hermosa, la gente cuando mira hacia ella solo ve maldad, monstruos, y tonterías como esas le tienen miedo, yo nunca llegué a comprender por qué per así es, para la mayoría es un miedo natural casi instintivo, pero para mi es algo irracional.

Me levanto, que fue eso, intento recordar el sueño que tuve hace unos segundos, pero al intentarlo un dolor de cien espadas sobre mi, me impide recordarlo, no lo quiero volver a intentar, solo fue un sueño pero repito a mi misma, me levanto, mi despertador esta en la mesilla, son las 3:48, es la segunda vez ya que me despierto a esta hora, en el avión paso lo mismo, bueno me voy a duchar todavía, sigo con la ropa de antes y el maquillaje de esta mañana.

El agua también en uno de mis elementos naturales, el agua purifica y  cuando necesito aclarar mis ideas, me doy una larga ducha, como me gusta oír el agua, me encanta disfrutar cada momento de ello.
Salí 20 minutos después, de la ducha mis pensamientos están en su orden. Busque un pijama, entre toda esa ropa, había unos cuantos justo al final, unos cuantos eran cortos para el verano y otros era largos para el invierno, aquí era verano, pero asía algo de frio así que me puse un pijama largo de mangas largas, que era todo rojo y negro, mis preferidos, me lo puse, baje la escaleras, puse, música relajante para dormirme, lo programe para que se apagara en unos 20 minutos, y me dormí lo único que podía escuchar era la canción de Rihianna que cantaba con Nikki Minaj- Fly.

Pii.Pii.Pii.Pii.Pii.
-ummm…. Mierda tengo que cambiar el tono del despertador es insoportable, umm… maldito despertador apágate ya- Dios, ese ruido era insoportable, pero de repente se paro, mire hacia riba, era Jorge- umm… gracias- de golpe un rayo de luz sofocante, me dio en la cara- ¿Pero que haces Jorge?, no abras las cortinas.

-Señorita Sky- me dirigió su típica mirada de enfado cuando yo hacia algo mal, pero estaba vez no entendía el que- mire que hora es- mire las 12:00, me quede pensativa, sigo sin saber que me quiere decir- no se da cuenta todavía ¿No?, dentro de 10 minutos viene su madre a recogerla para ir a palacio, con su abuela y todavía usted o esta preparada- mis ojos se abrieron como platos, a mi abuela nunca le gusto la gente impuntual y cuando hable con ella por teléfono me dijo que si llegaba puntual me iba a contar una gran historia, y me encantaban las historias de la abuelita, ya que la mayoría son reales y me dijo que esta seguramente va a ser la mejor de todas- venga levántese, y vaya a vestirse, yo me quedare aquí ventilando y limpiando un poco la habitación.

-Déjalo Jorge, ya me toca a mi ocuparme de mis cosas ¿No?
-Ya señorita, pero solo falta 3 días para empezar el internado y hay me tendré que ir con su madre de vuelta a los Ángeles, dentro de 3 días empiezas las clases y yo no podre estar aquí.
-Bueno vale, has lo que quieras, de verdad, a ti no hay quien de convenza de lo contrario, bueno me voy a cambiar, cuando mamá venga dile que en 2 minutos bajo- dije ya subiendo las escaleras.
-Como usted ordene, señorita Sky- me dijo abriendo los ventanales.

Subí los peldaños hasta el baño, me pare un momento en el marco de la puerta pensé “si me duche esta madrugada, si me ducho ahora no me va a dar tiempo, si algo le digo a la abuelita que me deje ducharme hay, me encanta sus duchas, bueno mejor me voy a buscar una ropa”, vi unos pantalones al fondo, pero recordé que mi abuelita s muy tradicional y le gusta que yo vaya de vestido, así que me voy a coger un vestido largo y conservador.

A ver, a ver….
Este, este esta bien.
Es un vestido blanco y amarillo, me llega hasta las rodillas suficiente para mi abuelita, es de tirantes, pero me voy a poner una chaqueta larga y blanca así que da igual, me pongo unas unas sandalias de tacón amarillas, me recojo el pelo con una coleta de lado, me pinto un poco los labios de rosa y un poco de colorete y lista. Es mejor así me cojo un bolso, por que quiero llevar una ropa de recambio para después de la ducha, unas victoria gris, con unos pantalones vaqueros oscuros, y una camiseta caída a un lado con el fondo gris y una rosa dibujada en blanco.  “Perfecto, mi madre quería que mantuviera mi imagen, pues la voy a mantener, pero a mi manera” una sonrisa salió involuntariamente de mi. 

Me voy a cambiar y poner mi vestido, minutos después oigo a Jorge avisándome de que mi madre había llegado, salí del baño despedida no quería llegar tarde, esa historia me interesaba mas que ninguna.

Baje hasta el último piso, veía a mi madre a trabes  de la puerta de cristal, estaba esperando me fuera de la limusina asiendo me gesto para que me diera mas prisa, cuando llegué a la limusina me dio la impresión de a ver batido un record de los 100 metros lisos en decimas de segundos.

Me subí, me di cuenta de que había llegado dos minutos tarde y eso era un problema, ya que mi madre tiene la manía de hacer las cosas al contado un segundo tarde y puff…. Todo al desastre, nunca salimos de los lugares antes de tiempo, siempre al segundo calculado, así es mi madre, aunque saco esta manía de mi abuelita.

-Rápido, ponga esto a tope, si llegamos tarde mi madre me mata- dijo mi madre señalando la salida del internado.

Llegamos minutos después, pos suerte mi abuelita fue lista y quedo con nosotras media hora antes de hora punta en Londres, así que no pillamos trafico y llegamos puntuales a palacio, y como sospechaba eso estaba lleno de paparazzi.

Abrieron la puerta, a través de los cristales tintados del coche pude ver a los guardias, como siempre inmóviles, no se como pueden aguantar.
Paramos en el gran jardín que había en la entrada del palacio. Cuando salimos del coche, me di cuenta de que nos estaban sacando fotos, pero mejor ni caso, subí las escaleras hasta la gran puerta, esa puerta desde pequeña me sobrecogió.

La gran puerta se abrió dando paso al enorme vestíbulo que había, uno de los mayordomos nos pidió nuestras chaquetas, pero yo le negué, tenia frio y la chaqueta se podría hacer pasar perfectamente por un jersey. Nos  guiaron hasta el comedor, donde se encontraba la comida servida, ummm… que buena pinta el chef de aquí siempre hace los mejores platos.

Oí unos tacones acercarse, era mi abuelita, que como siempre estaba rodeada de guardaespaldas, cuando entro en el comedor  hizo un gesto con la mano para que ellos se marcharan, ellos hicieron caso omiso.
-Abuelita- dije yo con una sonrisa de oreja a oreja, ya hacia más de tres meses que no la veía.
-Pequeña Skitty- siempre le gusto llamarme así, desde pequeña- siéntate pequeña la comida esta servida, y al parecer creo que te debo una historia, ya que llegaste muy puntual esta vez.
-Vale abuelita- me senté, mientras mi madre se acercó a  hablarle, parecían que discutían, hasta que las cosas se relajaron, pero se notaba tensión en el habiente.

Nuestra comida paso entre risas y anécdotas de los últimos tres meses, mi madre no hablo se limito a observar y a esbozar alguna sonrisilla de vez en cuando.

-Bueno pequeña, lo prometido es deuda- me dijo mi abuelita acariciándome el cabello mientras me clavaba esa mirada tan de ella- Vamos al rincón de siempre solo que esta vez te voy a enseñar algo nuevo, vete adelantándote tu yo ya voy, ¿Si?- me dedico su tierna sonrisa.
-Esta bien, abuelita- me levante, dirigiéndome al estudio de siempre me quede unos segundos detrás de una de las columnas para saber que pasaba, pero solo hoy a mi madre y mi abuelita discutiendo, ¿Qué pasara?, como no oía nada deje de intentarlo y me dirigí al estudio, no quería que un guardia me viera y menos que mi abuelita me viera espiándolas.

Minutos más tarde llegaba mi abuelita.
-Hola pequeña, ven quiero enseñarte una cosa- me dijo mientras se acercaba a un antiguo cuadro de uno de los antiguos reyes de Inglaterra- mira esto…
Me acerque a ella, ella abrió un pequeño compartimento que había detrás del nombre del señor del cuadro, se oyó un pequeño clic, y una puerta se abrió a mi lado.
Mi abuelita se acercó a mi y me dijo:
-te voy a contar una historia, esta historia se llama “la leyenda de los Ángeles Supremos”……


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